viernes, 27 de noviembre de 2009
TRABAJO SOCIAL
La profesión de Trabajo Social promueve la resolución de problemas en las relaciones humanas, el cambio social, el poder de las personas mediante el ejercicio de sus derechos y su liberación y la mejora de la sociedad. Mediante la utilización de teorías sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales, el Trabajo Social, interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son esenciales para el Trabajo Social".
Esquizofrenia
La esquizofrenia (del griego, schizo (σχίζειν): "división" o "escisión" y phrenos (φρήν, φρεν-): "mente") es un diagnóstico psiquiátrico que se refiere a un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, en personas con alteraciones en la percepción o la expresión de la realidad.1 Se caracteriza por una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social.
Una persona con este diagnóstico, por lo general, muestra un pensamiento desorganizado (laxitud asociativa), delirios, alteraciones preceptúales (alucinaciones), alteraciones afectivas (en el ánimo y emociones), del lenguaje y conductuales. Los síntomas suelen comenzar en adultos jóvenes y aproximadamente 0,4-0,6% de la población se ve afectada de esquizofrenia. El diagnóstico se basa en las experiencias reportadas por el mismo paciente y en el comportamiento observado por el examinador. No existen actualmente pruebas de laboratorio para el diagnóstico de la esquizofrenia.
Algunos estudios sugieren que la genética, el medio ambiente de la infancia, la neurobiología, y procesos psicológicos y sociales son factores importantes que contribuyen a la esquizofrenia. Ciertos medicamentos y el uso de drogas recreativas parecen causar o empeorar los síntomas. La investigación psiquiátrica actual se centra en el papel de la neurobiología, pero no se ha encontrado ninguna causa orgánica. Debido a las múltiples combinaciones sintomáticas posibles, se ha sugerido que la esquizofrenia se trataría de varios trastornos, y no de uno solo. Ninguno de los síntomas es patognomónico de esta condición, lo que dificulta el diagnóstico. Por esta razón, Eugen Bleuler, cuando acuñó el nombre, prefirió utilizar el plural schizophrenias para referirse a esta patología. A pesar de su etimología, la esquizofrenia no es lo mismo que el trastorno de identidad disociativos (o "trastorno de personalidad múltiple", o de "doble personalidad"), con el que ha sido frecuentemente confundida.
Se ha notado un consistente aumento en la actividad de la dopamina en la vía mesolímbica del cerebro en las personas esquizofrénicas. El fundamento del tratamiento es la medicación antipsicótica, un tipo de droga que fundamentalmente actúa suprimiendo la actividad de la dopamina. Las dosis de los antipsicóticos empleados son generalmente más bajos que en las primeras décadas de su uso. La psicoterapia, y la rehabilitación profesional y social también son importantes. En casos más graves, donde hay riesgo para el mismo paciente y para otros a su alrededor, puede ser indicada la hospitalización involuntaria, aunque la estadía hospitalaria es menos frecuente y por períodos más cortos que en tiempos pasados.
Tipos de esquizofrenia
- Esquizofrenia paranoide:
es la más común de todos los tipos de esquizofrenia; y se caracteriza por delirios y
alucinaciones auditivas frecuentes. No son evidentes
otros síntomas tales como habla y conducta
desorganizada o afecto abatido. Los delirios de
persecución son los más comunes, sus interpretaciones
de la conducta y nocivos de los demás están
distorsionados, por ejemplo: un conductor de autobús
que sonríe con amabilidad es visto como alguien que se
ríe de ellos en forma burlona. Los individuos con este
tipo de esquizofrenia son propensos al enojo, ya que
muchos se sienten perseguidos.
- Esquizofrenia desorganizada:
este tipo de esquizofrenia se caracteriza por desintegración grave y
conductas regresivas que comienzan a una edad temprana.
Incluyen incoherencia o habla desorganizada frecuentes
y afecto abatido o inapropiado. Estas personas actúan
de una manera absurda, incoherente muy extraña "loca".
Las respuestas emocionales ante situaciones de la vida
real son típicas, pero una sonrisa boba y una risa
infantil pueden mostrarse en momentos inapropiados.
También tienden a cambiar de tema en lugar de seguir
una idea.
Debido a la gravedad del trastorno, muchas personas son
incapaces de cuidarse por sí mismas.
- Esquizofrenia catatónica:
la perturbación en la actividad motora es la principal característica de este
tipo de esquizofrenia.
Los catatónicos excitados son inquietos e hiperactivos.
Duermen poco y están en marcha en forma continua hasta
que caen exhaustos. Sin embargo; los actos violentos
son frecuentes. Los catatónicos son represivos a la
actividad motora. Muestran prolongados períodos de
estupor y mucismo, a pesar de percatarse de todo lo que
sucede a su alrededor. Algunos pueden adoptar posturas
extrañas, sin querer cambiar de posición. Otros exhiben
una "flexibilidad cérea", permitiéndose ser arreglados
y luego permanecen así por largos períodos. Durante las
etapas de retraimiento extremo, pueden no comer ni
controlar sus funciones de vejiga e intestino.
Pueden alternar la actividad motora excitada y el
retraimiento.
- Esquizofrenia indiferencial y residual:
la esquizofrenia indiferencial es diagnosticada cuando los
síntomas de la persona son obviamente esquizofrénicos
pero mixtos o indiferenciados. Estos síntomas pueden
incluir perturbación del pensamiento, delirios,
alucinaciones, incoherencia y conducta deteriorada
gravemente. En ocasiones resulta ser una etapa previa
de otro subtipo.
El diagnóstico de esquizofrenia residual se reserva
para personas que han experimentado al menos un
episodio de esquizofrenia en el pasado, pero que en el
presente no exhiben señales prominentes para la
clasificación como uno de los tipos de esquizofrenia
psicopatologia
El término Psicopatología, etimológicamente psyché (psyjé): alma o razón. páthos (pazos): enfermedad, logía: o lógos, que significa discusión o discurso racional, puede ser usado en tres sentidos:
1.- Como designación de un área de estudio: aquella área de la salud que describe y sistematiza los cambios en el comportamiento que no son explicados ni por la maduración o desarrollo del individuo ni como resultado de procesos de aprendizaje, también entendidos como trastorno psicológico, enfermedades o trastornos mentales .
2.- Como término descriptivo: aquella referencia específica a un signo o síntoma que se puede encontrar formando parte de un trastorno psicológico.
Letra griega Psi, símbolo de la Psicología.
3.- Como designación de un área de estudio en psicología que, en oposición al estado de salud (tal y como es definida por la Organización Mundial de la Salud: social, psicológica y biológica), se centra en estudiar los procesos que pueden inducir estados "no-sanos" en el proceso mental. Así, el papel del aprendizaje, análisis de la conducta (Psicología conductista) o cualquier otro proceso cognitivo permite explicar los estados "no-sanos" de las personas, así como posibles aproximaciones de tratamiento. En este sentido, enfermedades o trastornos mentales no es estrictamente un sinónimo de psicopatología, ya que existen aproximaciones que permiten explicar la ausencia de salud. Por ejemplo, los procesos de aprendizaje relativos a la fobia son bien conocidos, encaje este cuadro clínico o no dentro de la categoría psiquiátrica de fobia.
Psicopatología como área de estudio
Diferentes profesiones pueden llegar a estar involucradas en el estudio de la psicopatología. Principalmente, son los psiquiatras y psicólogos los que se interesan por esta área, pues a su vez participan del tratamiento, investigación acerca del origen de los cuadros clínicos, su manifestación y desarrollo. En un plano más general, muchas otras especialidades pueden participar del estudio de la psicopatología. Por ejemplo, los profesionales de las neurociencias pueden centrar sus esfuerzos de investigación en los cambios cerebrales que ocurren en una enfermedad o trastorno mental.
Los psiquiatras se interesan particularmente en la psicopatología descriptiva, que se ocupa de la descripción de los síntomas y síndromes que llegan a configurarse en una enfermedad o trastorno mental. Esto sirve tanto para el diagnóstico de pacientes individuales o para la creación de sistemas diagnósticos. Este último es el caso de la sección F de la clasificación CIE de la Organización Mundial de la Salud, o el del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, (DSM I II III o IV).
Caduceo, símbolo de la medicina.
La psicología, sin embargo, aplica los conocimientos del proceso mental a la comprensión de la psicopatología, de la que se deriban disciplinas tales como la psicoterapia. Los procesos de aprendizaje y el contexto social son por tanto factores importantes en la explicación de la psicopatología.
Psicopatología como término descriptivo
El término psicopatología puede ser usado también para denotar conductas o experiencias indicadoras de enfermedad o trastorno mental, incluso cuando no constituyan un diagnóstico formal. Por ejemplo, la de presencia de alucinaciones puede ser considerado como un signo patológico, aunque no haya suficientes síntomas presentes para completar los criterios requeridos para completar el diagnóstico de una enfermedad completa según las clasificaciones existentes (CIE-10, DSM-IV), los trastornos psicológicos.
trastorno disocial
El Trastorno Disocial se refiere a la presencia recurrente de conductas distorsionadas, destructivas y de carácter negativo, además de transgresoras de las normas sociales, en el comportamiento del individuo. Este trastorno supone un problema clínico importante por sus características intrínsecas - implica un desajuste social-, sus posibles consecuencias - una parte importante de los niños/as que lo padecen mostrará algún tipo de desajuste en la edad adulta- y por su frecuencia - es el más comúnmente diagnosticado.
El rasgo principal del Trastorno disocial es, según el DSM-IV, "un patrón de conducta persistente en el que se transgreden los derechos básicos de los demás y las principales normas sociales propias de la edad". El trastorno causa además un deterioro del funcionamiento a nivel social, académico y/u ocupacional clínicamente significativo. En los niños/as diagnosticados con este trastorno: frecuentemente intimidan o acosan a otros, suelen iniciar peleas físicas, han usado algún arma que puede causar un daño físico a otros, han sido crueles físicamente con animales o con personas, han afrontado y robado a una víctima, han causado fuegos con la intención de causar un daño serio, frecuentemente mienten para conseguir favores o evitar obligaciones, huyen del hogar durante la noche mientras están viviendo en el hogar familiar.
La simple aparición de estas conductas no es, sin embargo, criterio suficiente para la emisión del diagnóstico, ha de existir un deterioro significativo en el ajuste del individuo, y se ha de considerar el entorno en el que se dan estas conductas. Existen ciertos ámbitos, como el carcelario, las guerras, las pandillas juveniles, etc., en los que estos patrones inadaptados de conducta social, son la respuesta "normal" y por tanto resultan admitidos e incluso valorados por el colectivo.
El afán objetivista de las clasificaciones psiquiátricas unido a la variedad de matices que pueden encontrarse en el Trastorno de Conducta, han ocasionado el establecimiento de distintas clasificaciones de éste. Así, el DSM-IV distingue en base a criterios de edad, entre:
• Inicio en la Infancia: la aparición de algunos de los criterios propios del Trastorno de Conducta es anterior a los 10 años.
• Inicio en la Adolescencia: la aparición de los criterios del Trastorno de Conducta es posterior a los 10 años.
Si bien, la utilidad de esta distinción no está clara, se sabe que existe un peor pronóstico para los trastornos de inicio temprano.
Por su parte, la CIE-10 hace una clasificación del Trastorno de Conducta según factores contextuales y de socialización, estableciendo:
• Trastorno Disocial limitado al Contexto Familiar: en él las conductas del niño/a presentan un adecuado ajuste con las personas y situaciones externas al medio familiar, y sin embargo desajustado en lo referente a la familia. Las manifestaciones más comunes son robos en el hogar, actos destructivos y acciones violentas contra miembros de la familia.
• Trastorno Disocial en niños/as no socializados: las conductas propias del Trastorno de Conducta se ven acompañadas por una falta de integración efectiva, fruto de la carencia de habilidades para el establecimiento de relaciones adecuadas con los compañeros/as, de manera que el niño/a se sentirá frecuentemente aislado, rechazado, será impopular y no disfrutará de relaciones afectivas recíprocas y sinceras.
• Trastorno Disocial en niños/as socializados: el individuo presenta un grado de integración adecuado al menos con algunos compañeros de la misma edad. Esto no implica que para establecer este diagnóstico, el trastorno deba obligatoriamente presentarse cuando el individuo forma parte de un grupo, es independiente.
El matiz en este subtipo, recae sobre la idea de que el niño/a posee las habilidades necesarias para establecer interacciones valiosas.
Salud mental
SALUD MENTAL
Salud mental o "estado mental" es la manera como se conoce, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Se dice "salud mental" como analogía de lo que se conoce como "salud o estado físico", pero en lo referente a la salud mental indudablemente existen dimensiones más complejas que el funcionamiento orgánico y físico del individuo.La salud mental a sido definida de múltiples formas por estudiosos de diferentes culturas. Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo,la autonomía,la competitividad y potencial emocional,entre otros. Sin embargo, las precisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que no existe una definición "oficial" sobre lo que es salud mental y que cualquier definición al respecto estará siempre influenciada por diferencias culturales, asunciones subjetivas, disputas entre teorías profesionales y demás.
En cambio, un punto en común en el cual coinciden los expertos es que "salud mental" y "enfermedades mentales" no son dos conceptos opuestos, es decir, la ausencia de un reconocido desorden mental no indica necesariamente que se tenga salud mental y, al revés, sufrir un determinado trastorno mental no es óbice para disfrutar de una salud mental razonablemente buena.
La observación del comportamiento de una persona en sus vida diaria es la principal manera de conocer el estado de su salud mental en aspectos como el manejo de sus temores y capacidades, sus competencias y responsabilidades, la manutención de sus propias necesidades, las maneras en las que afronta sus propias tensiones, sus relaciones interpersonales y la manera como lidera una vida independiente. Además el comportamiento que tiene una persona frente a situaciones difíciles y la superación de momentos traumáticos permiten establecer una tipología acerca de su nivel de salud mental.
Psicopatología [editar]
El consenso científico acerca de las condiciones de la salud mental contempla desórdenes neurobiológicos y muy particularmente neuroquímicos. Otras funciones del cerebro identificadas como contribuyentes a las condiciones de la salud mental incluyen el reloj circadiano, la neuroplasticidad, el canal iónico, la transducción de señal, la cognición, las redes cerebrales,11 entre muchos otros. Imágenes del cerebro demuestran cambios físicos en la neuroanatomía de desordenes como la esquizofrenia,12 el autismo y los llamados desordenes bipolares.13 Los estudios incluyen también la observación de factores ambientales, del desarrollo y el nivel de relaciones interpersonales del individuo. Las mejores evidencias médicas, como son definidas por el Instituto Nacional de Salud y Excelencia Médica del Reino Unido en su guía de tratamientos14 indican que el desórden bipolar, por ejemplo, requiere una combinación de medicamentos, psicoterápias, auto-ayuda y soporte social. Por su parte, las agencias de salud mental promueven en la actualidad el estímulo de métodos de auto-ayuda y superación personal.
Otras formas de estados "psicológicos no-sanos" (psicopatología), como se contempla desde la psicología, pueden relaccionarse con procesos mentales (cognición) o aprendizaje y no necesariamente con categorías psiquiátricas.
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